Visitas al blog :)

5 de diciembre de 2011

Las cosas cambian.

Cambian, para bien o para mal, pero cambian. Odio esos días en los que me levanto añorando todos aquellos momentos que fueron muy importantes en mi vida, pero que sin embargo, traen dolor. ¿Qué tipo de dolor?  Dolor de no poder hacer que vuelvan y nostalgia, mucha nostalgia y tristeza. Echar de menos a una persona es horrible. Es espantoso el hecho de recordar y no poder tocar, sentir, mirarle cara a cara... Todas esas personas que se van, no desaparecen. Si en realidad han sido queridos por nosotros, no se largan, simplemente se ausentan. Siguen estando, permanecen en cada recoveco de nuestra mente. En cada gesto, en cada palabra, en cada flashback que viene a nosotros, en todo. ¿Pero, puedes llegar a olvidarte de alguien? Yo creo que no. Por mucho que lo intentes, esas personas que te han marcado, es imposible que desaparezcan de tu vida de un día para otro...
Quizás algún día perdamos las esperanzas de verlas, pero siempre estarán ahí.
Podemos incluso hasta demostrar que esa persona ha sido totalmente olvidada, pero en una esquina de nuestro corazón, las notamos, presentes.

Odio la distancia, odio la espera, odio la duración de los días y de las noches, odio la impotencia de no poder   abrazarle, porque cuando se va una amigo, no se va su cuerpo solamente, se va también una parte de nuestro ser. ♥

1 comentario: